TnM ATSD- BIG SPOILER

Narrador: MarieAlt

Evanescence- Lithium

Se escucho el estremecedor sonido de un disparo. No caí en la cuenta que yo lo había recibido. Simplemente sentí un pequeño malestar en mi estomago y… caí… me resbale, me desvanecí… Y comencé a sentir que mi cuerpo perdía fuerza, sentí que… se estaba perdiendo a si mismo…
Voltee para saber quien era el causante de mi cercana muerte. Imposible… era... Thomas… Seguía con el arma en sus manos y una mirada indiferente.
Unas cuantas lágrimas resbalaron por mis frías mejillas.
¿Cómo llegue a esto? ¿Cómo?
Sentí como Marie corría lo más rápido que podía hacia mí, llego y se agacho, se la veía débil, si no era porque estaba lucida, hubiera jurado que se sentía exactamente igual que yo. Quizás así era.

Escuche luego el arma culpable caer al piso. Me estremecí, pues no se escuchaba como la hayan tirado…
Voltee con una de las pocas fuerzas que me quedaban, Thomas estaba ahora corriendo lo más rápido que podía hacia mi… corría… ¿Corría?... Se le notaba desesperado, arrepentido…

Llego por fin a mi lado, arrebato sus gafas negras con enojo, estaba llorando. Marie se retiro, también con pocas fuerzas, fue sostenida y resguardada por su novio. En un leve susurro la escuche decir: "—Que no le suceda nada…—".
Yo, con las últimas palabras que me quedaba decir antes de mi frío final, susurre en su oído:
—Somos lo que queremos ser, n-no lo que nos mandan, esperamos por un final relativo, nada es relativo… Estamos e-encerrados en nuestras propias barreras. Por una estupida causa, me separaron de mi alma, tú, como algún día te lo jure. —Mi voz comenzó a quebrarse. — Así que si algo le sucede a mi inmundo cuerpo, sabes que eres mi alma. N-no llores…—
El alcanzo a contestarme:
—N-no… N-no… *me mira a los ojos* No te vayas, linda… No me hagas esto ahora…—
Yo acaricie su mejilla, disfrute que aun estaba tibia, ya que mi cuerpo se estaba enfriando a cada segundo.
—Tienes unos ojos tan hermosos, parecen cielo…— dije evadiendo el tema.

Sabía que el estaba sufriendo, no me lo perdonaba.
Sabía que el estaba herido, no me lo perdonaba.
Sabía que todo se iba a terminar de un momento al otro… No sin dar batalla…

Miro a mis ojos y yo a los suyos, claramente estábamos sufriendo…
Sentí su aliento, su respiración, como esta se aceleraba a cada segundo que corría delante de mis narices.
No sabia como responderle, que hacer, que no hacer. Quizá tanto tiempo sin él ya no recuerdo como hacerlo sentir bien…

En ese momento, Marie perdió todas sus fuerzas y se desmayo. Quise gritar con la poca voz que me quedaba y Thomas rápidamente tapo mi boca para impedir que muriera cada vez mas.

El otro Thomas trato de despertarla, estaba casi muerta. La abrazo lo más fuerte que pudo, hasta que llego su padre, el de cabellera verde. Este último hizo un poco de esfuerzo para dejar que su hijo soltara a la chica, estaba llorando.
Apenas lo pudo apartar, mi padre lo tuvo que sostener de los brazos para que no hiciera nada.
Ferb la miro y aclaro que estaba en mi estado a simple vista. Abrí los ojos lo mas grandes que pude.
—O-osea, e-ella…— Dije.
—Si no hacemos nada pronto, si…— Me contesto Ferb.
—¡NO!— Grito el otro Thomas con su voz quebrada de tantas lagrimas derramadas.

Pasaron unos minutos, no sin que Tommy no se me despegara y me susurrara millones de cosas al oído, dándome quizá una razón para seguir viva.
Luego llegue a comprender que el terrible final estaba cerca. Mi cuerpo casi no se podía mover. Quizás tenía media hora, 45 minutos más de vida. O menos…

Con mi última voz, con mis últimas fuerzas de nada, presione mi cabeza contra la de Tommy, mientras las lágrimas caían como en cascada. Susurre:
—T-te amo…—
El sonrío, o eso pareció…
—Esto no me lo perdonare nunca…— dijo el.
—Yo no te pedí que me digas eso. — Conteste tratando de no hacer que sintiera aun más culpa incesaría.
—Y yo a ti, hermosa. — Me contesto él tratando de sonreír…

Sentía que después de tanto tiempo sanguinario, tenia mi recompensa… Mí merecido amor… La pizca de felicidad, con su toque mágico…

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De pronto se oyó una explosión, Thomas me abrazo lo más fuerte que pudo.
Estaban entrecerrados, pero cuando vi sus figuras, abrí los ojos como puertas.
—Espacio-tiempo…— Llegue a susurrar mirando al otro Thomas.